¿A quién le doy tantas caricias que sobraron,
aquellas que olvidé ponerte sobre el pecho?
Te borraré con una esponja de vinagre,
con un poco de asco.
Te borraré con una lágrima importante
o con un gesto de descaro.
Te borraré leyendo metafísica,
con un telefonazo o los saludos
que doy a la ceniza;
con una tos o un cárdeno minuto.
Te borraré con el vino de los locos,
sacándome estos ojos;
con un varón metido aquí en mi tumba.
Te borraré con juegos inocentes,
con la vida o la muerte;
¡aunque me vuelva monja o me haga puta!
Carilda Oliver (Matanzas - Cuba 1924)
7 comentarios:
LLegué por el blog de Emma que recomendó tu blog, y me alegro haber entrado que es un excelente blog y tu poesía exquisita, un abrazo
está bueno!!!
¡¡Muy muy bueno!!
Respecto del final, yo me quedo con ser una buena puta, no me veo monja.
¡¡Besote enorme, en este domingo frío pero con un hermoso sol!!
Mixha: Bienvenida!! gracias por tu palabras!! ahora pasare por tu "casa", demas esta decir que eres bienvenida cuando quieras =)
Vicky: esta bueno si, je!
Nina: me alegro que te halla gustado, compartimos taantos gustos!! y yo creo que no me veo de monja tampoco! jajaja!!
Aqui tambien hace un frio polar pero lo bueno es que sale el sol de a ratos =)
Besote!
Buenìsimo el final!! da vuelta todo el poema en un renglòn y me robò una risa
besos
Un poco lo que hizo el ruiseñor en el cuento de Wilde, olvidar el amor de la rosa dedicándose a "otras artes".
Un abrazo.
Y cuando hay que olvidar si o si todo resulta valido! jeje!
Besooss!
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