2.2.12

Reflexiones - Laura Cárdenas


Para Emma


No, yo no puedo echarle la culpa a él.
Si cuando nos casamos hubiera entendido
que no había necesidad de tantas cosas,
que no iba a pasar nada, que el suelo no se iba a resquebrajar
ni caer una gran tormenta cuando yo bajara y oyera mi voz.
Pero me forcé, quise ser una mujer como todas,
dulce ama de casa, lavadora de ropa automática, hacedora de sexo...
Ahora todo se rompe en mil pedazos y los cristales no están en el suelo
están en mi carne y me sangran; los cristales me sangran.
Mi único recurso es escribir, allí me encuentro a mí misma.
Las palabras son yo. Sólo escribiendo puedo verme.
Después y antes yo no sabía quien era. Ratona, marciana, lunática,
pero no un ser de este mundo, quizá el eslabón que no embona;
la pieza perdida de un rompecabezas que ya no importa.
Para concretar algo hay que perder algo,
yo estoy licuándome, deshaciéndome para encontrar eso de adentro,
eso que soy inmensamente. La contenedora, la Coatlicue,
la dueña de todo y dueña de nada, la inmersa en el aire,
la mariposa, la bruja, la esposa, la madre frustada, eso soy,
tejedora de sueños, adaptada a los sueños de todos.
Araña lunar. Envidiosa de estrellas. Eso soy.
Ahora que se rompe todo, no puedo echarle la culpa a él.
Quizá... recuerdo entonces. La casa inmensa. cuando niña. El huerto.
Laura, oía, escondida detrás de un árbol con un libro robado.
Laura, y yo no respodía.
Desde allí el mundo no existe, solo una niña sentada, sola...
Gritos
Mi rebelión
¿Por qué soy diferente?
Maldita diferencia, maldita, y tú devoradora de libros,
de pinturas, eterna visitadora de museos, de cuevas, de profundidades.
Odiadora de superficies. Maldita seas, ¿sabes? maldita seas.
Sí, te duelen las texturas lisas, tu superficie es agrietada,
poblada de monículos, llena de sombras.
Y no puedes tocar, no tocas. Aislada, no te aceptas,
no te integras, quieres el pene exacto para tu vagina, el exacto.
Y tu vagina crece, y tu vientre crece y te vuelves absurdamente esférica,
mujer esferea hueca, hueca.
La sangre te corre, te corre y te vuelves roja
como la luna tocada por un sol que se va.
Se va...
Vienes tú, mariposa preñada de ti misma, dadora de ti misma.
Dime ¿Dónde inventaste tus sueños?
Tus sueños globos rojos semejantes a la vida.
Dime también ¿Por qué te detienes, por qué te amarras?
Agarrada de pensamientos como torres. ¿Que esperas?
derriba las torres. No, las ventanas no bastan,
hay que tirar las torres, limpiar los vómitos,
ver cara a cara a sol.
Encantadora de serpientes ¿qué esperas? Tú rastreadora de luz,
incinerada de noche, lúcida estrella, títere de Dios.
¿Qué esperas?
Las torres caen.
Emerges del terremoto, del agua, del sismo;
bañada por el viento, inmensamente rota, unida, cicatrizada,
convaleciente, monolítica. MUJER.



Laura Cárdenas (Ciudad de México 1942)

9 comentarios:

EG dijo...

Primero está enojada con ella misma por haber sido siempre para los otros una imagen de perfección, que al fin se cae a pedazos y se hace trizas y la primer lastimada es ella...pero luego le habla a "otra" y no puedo darme cuenta a quién...tal vez sea ella misma, puede ser? (I need help)

Me lo comí de corrido, es veloz y aguerrido. Gracias Isza

Isabel dijo...

Yo lo entendi como que es ella misma, si!
y es veloz, muy veloz! supuse que te iba a gustar, espero haberle acertado :)

Abrazo y de nada!

vera eikon dijo...

Creo que le echa la culpa a la mujer que emerge de su propia matriz(que poco tiene que ver con la mujer que se gestó en la matriz del mundo). Porque-queramos o no-todas acabamos pariéndonos, y si no lo hacemos vivimos desgarradas. Y bueno, a veces cuando lo hacemos, también...
De la mitad hacia delante se pone muy intenso...me gusta. Bicos

Carmela dijo...

Yo creo que quiso adaptarse a lo que "se esperaba de ella" y no ser diferente a lo que se pensaba en sociedad que debería ser una "mujer" y fracasó, estrepitosamente, como era lógico y ve en lo que se ha convertido: "la dueña de todo y dueña de nada, la inmersa en el aire,
la mariposa, la bruja, la esposa, la madre frustada, eso soy,
tejedora de sueños, adaptada a los sueños de todos.Araña lunar. Envidiosa de estrellas. Eso soy."

y recuerda lo que fue, lo que quiso conseguir, la forma que tenía de ver la vida y se reta a si misma por volver a ser ella:
" ¿Que esperas?
derriba las torres. No, las ventanas no bastan,
hay que tirar las torres, limpiar los vómitos,
ver cara a cara a sol.
Encantadora de serpientes ¿qué esperas? Tú rastreadora de luz,
incinerada de noche, lúcida estrella, títere de Dios.
¿Qué esperas?
Las torres caen.
Emerges del terremoto, del agua, del sismo;
bañada por el viento, inmensamente rota, unida, cicatrizada,
convaleciente, monolítica. MUJER."

Un beso

Isabel dijo...

Eso eso Carme! lohas explicado largo y tendido y perfectamente! asi lo entendi yo!


Besos!

Axis dijo...

Creo que lo leí todo sin respirar siquiera!!! Ay! Isza!! qué reflexiones!!! sentir eso y todo y volvemos hacia nosotras mismas probando una y otra vez el aceptarnos así y como somos, queriendo más, anhelando perder menos...

Beso inmenso
y un abrazo de esos re lindos!!!

marcela dijo...

Bueno, nuestras amigas blogueras ya lo han dicho todo, así que no hago otra cosa que pasar y saludarte.
Un abrazo

Isabel dijo...

Gracias a todas hermosas mujeres!!

Las abrazo fuerte.

Noelia Palma dijo...

se habla a sí misma, claro...
la pregunta es si se escucha!

un besote