12.7.11

El bolero del No - Johanna Godoy



Yo no tengo que fingir
no tengo que pensar
lo que otro quiera

No tengo que sonreír
ni mirarte
si no quiero

Debes saberlo:

No vuelvo
no
Porque no pueda
Sino porque no quiero

Avísame
cuando requieras:

más tiempo
más atención
más dinero
más sexo

Para entonces
espero estar tan lejos
que tu búsqueda sea
solitariamente abrumadora.
Aún más que la mía.

Debes saberlo:

No vuelvo
no
porque no pueda
sino porque no quiero

Quisiera mencionar
tu mejor valor

Pero no me sirves
ni en la cama
ni en secreto
ni en discusión

Debes saberlo:

No vuelvo
no
porque no pueda
sino porque no quiero

Quién asegura
que tu mano tendida
es signo de bondad

Es sólo
un gesto agresivo
de soledad

Debes saberlo:
No tengo que sonreír
ni mirarte
y no vuelvo
porque ya no quiero.


Johanna Godoy (Guatemala - 1968)

10 comentarios:

Isra dijo...

Hermosa y directa manera de negar.
Un no quiero es lo más claro que podemos decir, nunca un no puedo, ni no debo...
Por cierto, me encanta la foto.

Salud!

EG dijo...

PERFECTO!

Menos mal que se dió cuenta!

Y sí, la foto es genial!!!

Nina dijo...

La fuerza del No quiero.

Por cierto compartimos el gusto por las mismas imágenes, y por la poesía. ¡Qué lindo!

Besote gigante, que tengas un hermoso martes.

Rocío dijo...

Qué buena, qué directa, sí señor!
Me encanta.
No conocía a Johanna Godoy, me la apunto.

Un beso.

Isabel dijo...

Apuntatela es una poeta Guatemalteca, yo soy bastante vaga para añadir + info en cada post pero siempre encantada de brindar la informacion a quien le interese!!

Gracias a todos por pasar por mi casa!

Besos.

Valeria Etchudez cerimeli dijo...

Buen momento en el que leo este post!!! la verdad sin palabras!! excelente elección!! felicitaciones!

Isabel dijo...

Heyy gracias Valeria!! =)

miguel cote dijo...

que fantastico
me quede asombrado
con tu poesia
sigue adelante
debes saberlo:
tu poema es muy intenso
:)

Darío dijo...

Un bolero para cortarse las venas con hojas de achicoria.

En mi propia tinta dijo...

Tan simple,
y tanto cuesta tantas veces
somos presos del consentimiento
besos